Los fundadores de la Universidad Francisco Marroquín buscaban atraer a los estudiantes más brillantes y con las mayores probabilidades de convertirse en futuros líderes.  Desde un principio se enfatizó que la selección de estudiantes debería basarse exclusivamente en criterios académicos.

En 1972 se estableció un programa de crédito educativo, a fin de que ninguno de los estudiantes calificados fuera excluido.  Desde su inicio, este programa ha ayudado a cientos de personas.

Sin embargo, un sector importante de la población –aun con el beneficio del crédito educativo–no puede costear sus estudios en la UFM.  Para esta mayoría muy pobre de los habitantes de Guatemala, estudiar en vez de trabajar es un lujo que muchas familias no pueden darse.

En 1996, el programa de becas ITA comenzó con dos estudiantes en la Facultad de Ciencias Económicas de la UFM.  Desde entonces, 157 becas completas se han concedido a los estudiantes de Ciencias Económicas, Derecho y Ciencias Políticas.