¿Qué pasaría si no pudieras
darte el lujo de fallar?
“Mi madre nunca asistió a la escuela y no sabe leer ni escribir. Mi padre no logró pasar de la primaria”.
La historia de Marielos
Sus padres se mudaron del área rural de Santa Bárbara, Suchitepéquez, a Villa Nueva, un municipio anexo a la capital, en busca de una mejor calidad de vida. Sin embargo, su falta de educación los limitó mucho. Unos meses después del nacimiento de Marielos, su padre consiguió trabajo en una fábrica de zapatos. Para complementar los ingresos, su madre vendía tamales, además de objetos de uso doméstico, tales como recipientes plásticos y jabón. Marielos asistió a escuelas públicas la mayor parte de su vida. Aunque sus padres no le podían ayudar con sus deberes, siempre lograba mantenerse en el cuadro de honor. A los quince años, fue una entre los veinticinco estudiantes que obtuvieron una beca para asistir a un colegio privado, sumamente competitivo y costoso. Allí tuvo que aprender a descifrar los libros de ciencias y matemáticas, escritos en inglés, sin haber tenido nunca nociones de este idioma, y sus clases la obligaban a entender y utilizar varios programas de computación. Cuando sus calificaciones se vinieron a pique por estas dificultades y su beca estaba en juego, se inscribió en clases de refuerzo de inglés y computación, después de las horas de colegio. Como, a pesar de la distancia, tardaba tanto en viajar diariamente de Villa Nueva a la ciudad capital, algunos días tenía que pasar doce horas fuera de su casa.
El impacto de Marielos
“Si la gente supiera que hay oportunidades para ellos, allá afuera, tendrían por qué luchar”.
Habiéndose graduado cum laude en la Universidad Francisco Marroquín, en el 2012, empezó a desempeñar un puesto gerencial en una empresa que se dedica a la recuperación de carteras vencidas. También se mantiene activamente involucrada en su comunidad, donde se desempeña como líder de jóvenes en la iglesia a la que asiste desde los doce años. Marielos es un ejemplo viviente de éxito para sus vecinos y su familia. La prima de Marielos, que creció en circunstancias económicas similares, está por graduarse de bachiller y ocupa uno de los primeros puestos de su clase.
