Oscar

Originario de: Sacatepéquez
Actualmente: Misionario y director de proyecto

¿Tienes tú una visión
para el futuro?

“Mi primera casa tenía piso de tierra, paredes de caña y techo de paja. Cuando llovía, el aire y el agua atravesaban la casa”.

La historia de Óscar

A los cinco años, trabajaba durante largas jornadas en el campo, sembrando y cosechando repollo, al lado de sus padres.  Su madre nunca asistió a la escuela y el padre abandonó los estudios después del primer grado, motivo por el cual nunca encontró razón para enviar a su hijo a estudiar.  Cuando Óscar abordaba el tema de los estudios, el padre salía siempre con que “el colegio es para gente haragana”.  Finalmente, cuando cumplió siete años, tuvo la oportunidad: su padre le permitiría ir al colegio, si trabajaba en el campo antes y después de clases.  Todas las mañanas, antes del amanecer, escalaba la montaña con su padre, para trabajar en la siembra de repollo; bajaba corriendo dos horas más tarde, para llegar después al colegio, hambriento y sucio.

Completó su educación primaria, pero en su pueblo no había escuelas que ofrecieran estudios secundarios.  Afortunadamente, un conocido de una cooperativa agrícola local ofreció costearle los estudios en un colegio privado de la capital.  Al graduarse de secundaria, tuvo que posponer los estudios universitarios, para regresar a su casa y ayudar a sacar a la familia de la situación de pobreza en que vivía.  Aprendió a sembrar y a cultivar alverja dulce, con lo cual se obtendrían más ingresos para la finca.  La decisión rindió sus frutos.  A los dos años, la familia pudo empezar a construir una casa nueva.

 El impacto de Óscar

“Yo me dije: Tengo una visión clara de mi futuro.  Si no logro obtener esta beca, encontraré otro camino para poder continuar con mi educación”.

Después de graduarse en la Universidad Francisco Marroquín, viajó por Centroamérica implementando proyectos de desarrollo para la Embajada Americana de Guatemala y para el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.  En el 2007 se le concedió una beca Fulbright para estudiar Desarrollo Internacional en Texas A&M University.  Desde el 2009 se ha dedicado a crear un proyecto de desarrollo integral en su propio pueblo.  La sede principal del mismo es la iglesia local, que administra clínicas de salud, da almuerzos gratuitos a mujeres embarazadas y a niños, y ofrece tutorías para estudiantes.  En tan solo dos años, el proyecto de Óscar ha tenido un gran impacto.  Ya empezó con el proceso de reproducir el modelo en otras comunidades necesitadas del país, y espera poder extenderlo a toda Centroamérica.